BlackJack, un juego matemático en el que solo necesitáis contar hasta 21.
BlackJack es un juego de cartas mundialmente conocido cuyo objetivo principal es llegar al tope de 21 puntos, o al menos obtener un valor más cercano a 21 puntos que el croupier, lo realmente importante es jamás pasarse de este valor, con cualquier valor debajo de 21 aún hay chances de ganar.
El croupier, quien es el repartidor y empleado del casino es vuestro principal y único contrincante en el BlackJack, los demás jugadores no van a afectar directamente vuestro juego. El gran atractivo y adicción del BlackJack es la combinación entre azar, lógica, habilidad matemática y el toque de suerte que le añade la adrenalina.
Las reglas básicas no son para nada complicadas y el ambiente para jugarlo tampoco lo es, solo se necesita una mesa semicircular que tiene capacidad para máximo 7 jugadores, un mazo de naipes y dinero para apostar. Cada casino puede tener adaptaciones de las reglas básicas, así que siempre es recomendable verificar las reglas que se aplican en el juego, sobre todo al momento de tomar las decisiones.
Decisiones… Salid y haced vuestras apuestas
Todo juego de BlackJack comienza con una apuesta inicial a ciegas, es decir antes de la repartición de cartas. Después de que todos los jugadores hayan apostado lo que consideren y que se encuentre dentro de los límites del casino, porque el casino os va a establecer un mínimo y un máximo de apuesta, el croupier empezará a repartir dos cartas a cada jugador. Las cartas de los jugadores estarán siempre visibles. Posteriormente, el croupier se puede repartir una o dos cartas a sí mismo, ¿de qué va a depender esto? De la modalidad del juego.
En el BlackJack americano el croupier se reparte a si mismo dos cartas, una visible para todos los espectadores y jugadores y otra boca abajo, que posteriormente será volteada. En cambio, en el BlackJack europeo, el croupier se reparte inicialmente una sola carta que es visible y después de que los jugadores han tomado su decisión, se reparte una segunda carta. Os puede parecer una pequeña variante, pero afecta notablemente las estadísticas y decisiones a tomar.
Los jugadores tienen 5 decisiones a considerar, en un único turno:
- Plantarse: Es decir, no apostar más, no pedir más cartas. Quedarse con las cartas que tiene. Esta es una buena opción si el jugador tiene más de 17 puntos sumados o si consigue BlackJack, obviamente. Un BlackJack se obtiene cuando se logran los 21 puntos con las dos cartas iniciales, es decir en la primera ronda, ejemplo un As y una figura o un As y un 10.
- Pedir: Obtener una nueva carta. La cantidad de cartas a pedir es ilimitada, pero ya sabéis que vuestra cuenta no se puede pasar de 21. Por lo general se piden un máximo de 2 cartas adicionales, porque es suficiente para llegar a 21, para llegar a un valor y plantarse o porque ya os habréis pasado. Pedir es una opción muy usual cuando vuestra mano contiene un As, debido a la dualidad de valores de esta carta (un punto u once puntos, según os convenga)
- Doblar: Esta acción os va a permitir duplicar vuestra apuesta inicial a la vez que recibís una carta extra. Puede ser una opción bastante arriesgada, pero muy usada cuando se tiene un As en la mano, por lo antes comentado. Esta acción es una de las que difiere entre casinos y sus reglas internas, por ejemplo hay casinos que solo permiten doblar si la mano tiene un valor entre 9 y 11 puntos.
- Dividir: Si vuestras dos cartas iniciales tienen igual valor, es decir son dobles, podéis dividir la mano colocando una apuesta extra igual a la inicial, y jugar dos manos simultaneas en vez de una. Cada mano juega por separado y se le reparte automáticamente una carta extra, para dar dos cartas para cada mano, cuatro cartas en total. Podéis ganar con ambas manos, con una sola o con ninguna.
- Rendirse: No es una opción permitida en todos los casinos y es otro punto donde hay que tener precaución con las reglas internas, pues algunos casinos solo permiten esta opción si el jugador tiene cierto valor en su mano o quitándole cierta proporción de la apuesta inicial.
Es importante conocer que todo jugador que se pase de 21 puntos durante su turno queda descalificado inmediatamente, no importa lo que pase con el croupier, el jugador quedará fuera de la partida perdiendo la totalidad de su apuesta.
Una vez que el jugador ha terminado de tomar las decisiones, viene el turno del croupier.
Como os he dicho arriba, dependiendo de la modalidad (americana o europea) el croupier develará o se repartirá una segunda carta. Por regla de los casinos, el croupier solo puede tomar cartas hasta llegar a un valor mínimo de 17 puntos, es decir si tiene 16 puntos o menos tiene que tomar otra carta, si obtiene 17 o más puntos el croupier tiene la obligación de plantarse. En este momento, se comparan las manos de los jugadores activos contra la del croupier. Todo jugador cuya mano tenga un valor mayor de la mano del croupier, gana en proporción 1:1, si el jugador obtuvo BlackJack el pago se hará en proporción 3:2. Si la mano del jugador tiene igual valor que la mano del croupier, el jugador recupera su apuesta inicial y si es de menor valor, el jugador pierde la totalidad de la apuesta. Si el croupier llega a pasarse de 21 puntos, todos los jugadores en la mesa (que estén activos) ganarán.
Siempre vais a subir. Es un juego de sumas
Lo bueno del BlackJack es que solo necesitáis saber contar hasta 21 y la puntuación de las cartas es bastante sencilla. Las cartas numéricas tienen su valor nominal, así un 2 vale 2, un 8 vale 8 y así sucesivamente. Las figuras (J, Q y K) valen 10 puntos y los Ases valen uno u once puntos, según convenga al jugador.
La regla de oro del BlackJack es no dejarse llevar por la adrenalina, la emoción de “otra carta más, a ver que sale” es vuestra enemiga. En BlackJack es mejor quedarse y no llegar, que pasarse.